Bridgestone ha dado un paso significativo hacia la sostenibilidad al recibir un subsidio del Departamento de Energía de EE. UU. para desarrollar una planta piloto destinada a producir butadieno a partir de etanol. Este innovador proyecto buscará evaluar la viabilidad económica y la reducción de la huella de carbono en la producción de este compuesto clave en la fabricación de llantas.
El proceso, que será desarrollado en colaboración con el Laboratorio Nacional del Noroeste del Pacífico, utiliza un catalizador patentado que transforma el etanol en butadieno de forma más sostenible y económica que los métodos tradicionales basados en combustibles fósiles. Si se demuestra su viabilidad, el etanol derivado de fuentes biológicas o recicladas podría reemplazar los combustibles fósiles en la producción de este componente esencial.
Mark Smale, director ejecutivo de Ciencias de Polímeros de Bridgestone, expresó su entusiasmo por este avance, destacando que el proyecto no solo tiene el potencial de transformar la industria, sino también de contribuir significativamente a la reducción de gases de efecto invernadero, alineándose con los esfuerzos globales hacia una economía más limpia.
Este ambicioso proyecto, que comenzará este mes y se extenderá por al menos tres años, es parte del compromiso de Bridgestone con la sostenibilidad y su meta de lograr el uso de materias primas 100% sostenibles en la producción de llantas para 2050.