El programa de responsabilidad social de Distribuidora Café Montaña, Escalando, apoya a esta ONG por medio de sus diferentes plataformas digitales y en medios.
En una constante búsqueda de forjar futuros expertos en distintas áreas laborales, la ONG La Luciérnaga tiene cuatro años de trabajar formando a las personas en habilidades blandas y técnicas para insertarlas en el mercado laboral del país.
Su misión va mucho más allá de ofrecer cursos o talleres gratuitos y se divide en tres etapas que culminan con la práctica empresarial de una semana en el sector privado o los gobiernos locales.
“Nuestra meta es capacitar en la formación humana integral, el área técnica o de especialización y apoyar a quien está interesado en trabajar durante todo el proceso, hasta que lo logre”, afirma su director Diego Víquez, quien posee una maestría en ética social y desarrollo humano y es licenciado en filosofía.
Ubicados en Escazú, la ONG forma a sus estudiantes para que se desempeñen como saloneros, niñeras, auxiliares de bodega, asistentes de oficina y en otros oficios que les permitan trabajar de manera rápida y generar ingresos para ellos y sus familias.
La iniciativa nace de la preocupación de sus fundadores quienes, analizando estadísticas, encontraron que más del 40% de los jóvenes costarricenses no han concluido los estudios secundarios y en este periodo de tiempo, han apoyado a más de 2 mil ticos.
Siendo la primera escuela de oficios del país, sus programas se dividen en Luciérnaga municipal y Luciérnaga empresarial y están dirigidos a personas de baja escolaridad, logrando un alto impacto social que se traduce en una respuesta eficaz en tiempos de desempleo y crisis económica.
“Nos centramos en el corazón humano para darle a cada quien la formación integral que le permita un empleo digno, basado en las demandas actuales del mercado y en sus habilidades personales”, agrega el Sr. Víquez.
Para enero del 2024 pretenden focalizar sus esfuerzos brindando capacitación en el centro de Puntarenas, una provincia que requiere de gran apoyo por la enorme crisis de violencia y pobreza que atraviesa, gracias a que les fue prestado un edificio que es patrimonio nacional y donde diferentes profesionales impartirán lecciones.