El Hotel El Silencio Lodge & Spa, ubicado en medio de la riqueza natural del Bosque Nuboso, en Bajos del Toro de Sarchí, Alajuela, en Costa Rica, trabajó en la construcción de nuevos espacios sostenibles que elevan aún más su experiencia de turismo regenerativo y de lujo.
Los nuevos edificios son una nueva recepción de 318 metros cuadrados, que ofrecerá una experiencia más confortable al huésped desde su llegada, con una vista a la impresionante naturaleza y una conexión a la nueva cafetería y una pastelería bajo el concepto ventana abierta, donde los visitantes verán la preparación de repostería de alta calidad.
Adicionalmente, se construyó un nuevo centro de bienestar (Wellness Center), que incluye un gimnasio de 171,41 m2 y un salón de yoga con 161,57 m2 en el segundo nivel. En ambos espacios los huéspedes disfrutarán de una vista única a las montañas y del relajante sonido de la naturaleza, mientras se ejercitan o realizan yoga, meditación, Sonidoterapia de la mano de destacadas profesionales del Wellness, cerca de la copa de los árboles.
También, se incorporó una piscina de 127,74 m2 con agua caliente con inigualables vistas hacia las montañas del bosque nuboso de la propiedad y un jacuzzi con burbujas que maximiza la relajación.
Jeanette Arquín, gerente general del Hotel El Silencio Lodge & SPA, asegura que se sienten muy satisfechos con la construcción de estos nuevos espacios que cumplen con la visión del hotel que es ofrecer turismo regenerativo y una experiencia de lujo. Además, que les permite subir de categoría y afianzarse como uno de los mejores Mountain Resort de Centroamérica.
“Estas construcciones que respetaron todos los lineamientos de sostenibilidad, se unen al concepto único que ya ofrecía el hotel El Silencio Lodge & Spa en el país, que reúne unas espectaculares villas de lujo en medio del bosque nuboso, tres impresionantes cataratas dentro de la propiedad, un río cristalino, un hermoso jardín de colibríes, una huerta orgánica, un meliponario y las bondades de ubicarse en una zona donde se respira aire puro y con experiencias que mantienen la autenticidad de la cultura costarricense”, agregó Arquín.
Durante la construcción, el hotel reafirmó su respecto y compromiso con el ambiente, ya que cumplió con los procedimientos legales a través de la Viabilidad Ambiental otorgado por SETENA y el Permiso de Aprovechamiento Forestal dado por el SINAC.
Francisco Hidalgo, gerente de Sostenibilidad del hotel, asegura que tomaron medidas muy explícitas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en el traslado de materiales, como, por ejemplo: fabricaron las estructuras fuera de la propiedad para evitar el traslado de materiales innecesariamente y el agua que utilizaron para la limpieza fue a través de un cauce artificial para evitar el uso de agua potable para ese fin.
“Los edificios están construidos sobre bases de concreto elevadas con el objetivo de lograr que la humedad sea menor, reduciendo el consumo de energía en climatización y que permitiera la infiltración del agua o el paso de la fauna. También, trabajamos en una gestión de los residuos muy estricta, que generó la mínima cantidad de residuos de manejo especial o peligrosos y la reutilización de algunos materiales”, agregó Hidalgo.
Las acciones sostenibles durante la construcción sumaron la sétima categoría del Programa Bandera Azul Ecológica Construcción Sostenible al hotel.
Con estas acciones, el hotel además de consolidarse como un gran atractivo turístico de lujo y bienestar en Centroamérica, busca generar un gran impacto positivo a nivel país y en la zona donde se ubica.
“Queremos contribuir en que el país se mantenga en los mejores rankings como destino turístico a nivel mundial, como un referente de sostenibilidad y aportar fortalecimiento de la economía en la zona donde nos ubicamos, generando más demanda de hospedaje, alimentación y otros servicios”, concluyó Arquín.