Costa Rica marca un hito en la sostenibilidad con la emisión de su primer Bono Azul, un innovador instrumento financiero que promueve la conservación de los océanos y el desarrollo sostenible. Esta emisión, liderada por el Banco Nacional (BN) en colaboración con BID Invest, integra la economía azul a las estrategias de financiamiento global, consolidando al país como un referente regional en protección ambiental.
El Bono Azul busca respaldar proyectos que favorezcan la restauración y conservación de los ecosistemas marinos. A través de este mecanismo, Costa Rica se une a un movimiento global para impulsar la sostenibilidad en áreas clave como el tratamiento de aguas, la pesca responsable y la agricultura sostenible. Con esta iniciativa, se apuesta a un financiamiento a largo plazo que no solo beneficia al medio ambiente, sino que también ofrece oportunidades de desarrollo económico para las comunidades costeras.
Con una emisión inicial de $50 millones, el Bono Azul es uno de los primeros instrumentos financieros en el mundo alineados con las nuevas Directrices de Finanzas Azules del ICMA, publicadas en 2023. De los $50 millones, $25 millones fueron suscritos por BID Invest, mientras que el resto proviene de aliados como el Fondo de Bonos Verdes de América Latina y el gobierno de Canadá, lo que subraya la importancia de la cooperación internacional en la protección de los océanos.
Este proyecto no solo impulsa la adaptación al cambio climático, sino que también se alinea con varios Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), como el acceso al agua limpia y el crecimiento económico en zonas costeras. Según Silvia Chaves, directora del Banco Nacional, el Bono Azul no solo es una herramienta financiera, sino también un motor para el cambio positivo, transformando las finanzas en una fuerza para la sostenibilidad global.
