Cada inicio de año trae consigo una oportunidad para reflexionar sobre los propósitos personales, pero ¿qué sucede cuando esos objetivos no se cumplen? Un estudio de Statista revela que más del 40% de las personas a nivel mundial se proponen metas para el nuevo año, principalmente en áreas como salud, ahorro y desarrollo personal. Sin embargo, muchas de estas metas no se alcanzan, lo que genera frustración y desmotivación.
La psicóloga Yeimi Sequeira, de ASTA, explica que la tradición de establecer metas de Año Nuevo nace de una necesidad emocional de renovarse y replantear prioridades. Sin embargo, esta motivación inicial puede llevar a fijar objetivos poco realistas, influenciados por la comparación social, lo que dificulta el cumplimiento.
Para evitar esta situación, Sequeira sugiere fijar metas específicas y realistas que respondan a los deseos personales y no a presiones externas. Además, recomienda desglosar los objetivos grandes en pequeños pasos, establecer prioridades y ser flexible con uno mismo durante el proceso. La clave está en celebrar los avances, por pequeños que sean, y mantener un enfoque claro en lo que realmente importa.
En casos de frustración o ansiedad persistente, la psicóloga sugiere buscar apoyo profesional. El acompañamiento adecuado puede ser fundamental para mantener la motivación y cumplir los propósitos, evitando el agotamiento y el autosabotaje.