El “Pelagic Rockstar Offshore Fishing Tournament 2025” realizado en la Marina Pez Vela en Quepos, Costa Rica, entre el 9 y 12 de enero, dejó una importante inyección económica al país, estimada en $3.46 millones de dólares. El evento reunió a 606 pescadores internacionales, quienes no solo trajeron su pasión por la pesca deportiva, sino también un gran impulso para los comercios de la zona y otros aledaños. Según el Instituto Costarricense de Turismo (ICT), cada turista que practica esta actividad en el país gasta en promedio $5.704.
El presidente de la Cámara de Comercio de Quepos, Christian Fallas, destacó la necesidad de que el gobierno tome medidas urgentes para mejorar la infraestructura turística, como carreteras y seguridad, y promover internacionalmente los torneos de pesca. A la vez, señaló la falta de mano de obra capacitada en la industria náutica y la necesidad de formar nuevos profesionales en áreas clave como idiomas y servicio al cliente.
Más allá de la economía, el torneo también puso en evidencia un desafío ambiental: la sostenibilidad del pez vela. A pesar de su popularidad entre los pescadores deportivos, la especie está bajo amenaza, especialmente por el aumento de la pesca comercial. Datos de Incopesca indican un crecimiento del 108% en los desembarques de pez vela durante la última década, lo que pone en peligro su conservación. Esto podría afectar tanto la economía local como el futuro de la pesca deportiva en la región.
Organizaciones como la Federación Costarricense de Pesca Turística (FECOP) y el diputado Eli Feinzaig han hecho un llamado a la protección del pez vela, proponiendo leyes que fomenten su conservación y prohíban su consumo humano. La campaña «Compas del Vela» busca proteger a esta especie, que es vital tanto para la pesca deportiva como para el ecosistema marino.
