La inteligencia artificial (IA) está transformando rápidamente la ciberseguridad, tanto para defender como para atacar. Mientras las empresas buscan aprovechar la tecnología para mejorar sus sistemas de protección, los ciberdelincuentes también la emplean para crear amenazas cada vez más sofisticadas. ESET, líder en la detección de amenazas, advierte sobre el creciente uso de la IA en fraudes, estafas, suplantaciones de identidad y desinformación, lo que podría llevar a un aumento significativo de los ciberataques en los próximos años.
Según el Centro Nacional de Ciberseguridad del Reino Unido, la IA está siendo utilizada por actores maliciosos de todo tipo, y se espera que esta tendencia se intensifique en 2025. Las herramientas de IA, como los deepfakes y la ingeniería social, están facilitando estafas más creíbles, desde suplantaciones de identidad hasta fraudes en empresas, pasando por campañas de desinformación en redes sociales.
La privacidad también es una preocupación creciente. La IA necesita grandes volúmenes de datos para su entrenamiento, lo que puede llevar a que información sensible sea expuesta sin intención, ya sea a través de redes sociales o aplicaciones de IA. ESET señala que un número alarmante de empresas ha filtrado accidentalmente datos corporativos debido al uso de esta tecnología.
A pesar de estos riesgos, la IA promete ser una aliada en la lucha contra los ciberataques. Se espera que los equipos de ciberseguridad adopten la IA para generar datos sintéticos, mejorar la productividad mediante la automatización y agilizar la toma de decisiones durante incidentes de seguridad. Sin embargo, expertos como Camilo Gutiérrez, de ESET Latinoamérica, subrayan que tanto gobiernos como empresas y usuarios deben trabajar juntos para gestionar los riesgos que esta poderosa herramienta conlleva.