La mayoría de la gente ha oído hablar de ataques cardíacos que se producen debido al bloqueo de una arteria coronaria. Sin embargo, el cuerpo tiene dos tipos de sistemas arteriales: el sistema de la arteria coronaria, conectado al corazón, y el sistema arterial periférico, que involucra las arterias que transportan sangre oxigenada a los brazos, piernas, cerebro y el resto del cuerpo.
«Al igual que las arterias coronarias, las arterias periféricas pueden enfermarse», explica el Dr. Michel Barsoum, Licenciado en Cirugía, cardiólogo y especialista en medicina vascular en el Sistema de Salud de Mayo Clinic en Chippewa Falls, Eau Claire e Rice Lake, Wisconsin. «Esta afección llamada enfermedad arterial periférica, o EAP, estrecha las arterias y reduce el flujo sanguíneo debido a la acumulación de depósitos de grasa y calcio en las paredes arteriales.»
Esto puede causar claudicación, donde se producen dolores y calambres musculares cuando una persona está activa, pero que suelen desaparecer después de unos minutos de descanso.
Fumadores y diabéticos de todos los grupos de edad tienen un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad arterial periférica, dice el Dr. Barsoum.
Otros factores de riesgo incluyen:
- Índice de Masa Corporal superior a 30.
- Historia familiar de EAP, enfermedad cardíaca o ACV
- Presión arterial alta.
- Colesterol alto.
- Aumento de la edad, especialmente si tiene 65 años o más.
Los síntomas incluyen:
- Dolor o calambres en los brazos al tejer, escribir o realizar otras tareas manuales.
- Cambios en el color de las piernas o brazos.
- Sensación de frío en las partes inferiores de las piernas o de los pies, incluso después de caminar en climas cálidos.
- Heridas en los dedos de los pies, piernas o pies que no sanan.
- Debilitamiento del pulso en el pie.
- Disfunción eréctil en hombres.
- Pérdida de vellos en las piernas.
«Si las arterias desde el cuello hasta el cerebro se ven afectadas, los síntomas pueden incluir dificultad para hablar, debilidad en los brazos y las piernas o pérdida de la visión», dice el Dr. Barsoum. «Si tiene alguno de estos síntomas, haga una cita con un especialista en medicina vascular, quien le realizará un examen físico y registrará su historial de salud.»
El examen consiste en encontrar un pulso en la arteria del cuello afectada y compararlo con el pulso en la arteria del cuello no afectada. Los especialistas en medicina vascular tienen una amplia gama de herramientas disponibles, dependiendo del grado de sus síntomas, para ayudarle a reanudar las actividades que tanto ama hacer.
Por ejemplo, si puede caminar unas pocas cuadras con solo un dolor leve, pueden recetarle medicamentos como aspirina, estatinas o anticoagulantes. También pueden analizar formas de modificar sus factores de riesgo, como dejar de fumar, controlar la presión arterial, el colesterol y la diabetes, o incluso aumentar la frecuencia de actividad.
Si experimenta síntomas más significativos, como no poder tolerar el dolor al caminar, un especialista en medicina vascular generalmente le ordenará una ecografía o una tomografía computarizada con colorante, o incluso una angiografía para determinar la ubicación y el grado del bloqueo. Su equipo médico discutirá una variedad de opciones quirúrgicas para tratar este bloqueo.
«La prevención de la enfermedad arterial periférica es siempre el mejor tratamiento», señala el Dr. Barsoum. «Deje de fumar, tenga una dieta saludable para el corazón, haga ejercicio regularmente, mantenga el azúcar en la sangre bajo control si tiene diabetes, mantenga un peso saludable y controle la presión arterial y los niveles de colesterol.»
Además, si tiene uno o más factores de riesgo, evite ciertos medicamentos para el resfriado de venta libre que contengan pseudoefedrina. Estos medicamentos contraen los vasos sanguíneos y pueden agravar los síntomas.