En medio del ritmo acelerado de la vida diaria, cuidar de la piel suele quedar en segundo plano. Sin embargo, especialistas en dermatología insisten en que hacerse un facial profesional al mes puede marcar una gran diferencia en la salud y apariencia del cutis.
Lorián Monge, experta de Vialaser, explica que un facial mensual proporciona una limpieza profunda que elimina impurezas, grasa acumulada y células muertas, lo que permite que la piel respire y se regenere mejor. Además, estimula la circulación, la producción de colágeno y reduce líneas de expresión, convirtiéndose en un hábito clave para mantener la piel luminosa y firme.
Los faciales también son aliados contra los poros dilatados y puntos negros, y ayudan a hidratar profundamente la piel. Pero no solo se trata de beneficios estéticos: el entorno relajante y los masajes incluidos en el tratamiento pueden disminuir el estrés, un factor que influye notablemente en la salud cutánea.
Eso sí, es importante que el procedimiento sea realizado por profesionales capacitados y con productos dermatológicos de alta calidad, adecuados a cada tipo de piel. Complementar los faciales con una rutina diaria de limpieza, hidratación y protección solar es la clave para resultados duraderos.
Como dice Monge, más que un lujo, los faciales regulares son una inversión inteligente para lucir una piel saludable y radiante todo el año.