El sábado 8 de marzo, el Teatro Popular Melico Salazar fue el escenario de una función especial del Ballet Giselle, una de las obras más emblemáticas del ballet romántico. Alrededor de 600 niños, niñas y adolescentes de diversas organizaciones y centros educativos de Costa Rica tuvieron la oportunidad de disfrutar de esta obra maestra, gracias a un esfuerzo conjunto del despacho de la Primera Dama de Costa Rica, Signe Zeikate, y los Ballet Nacional de Panamá y Ballet Nacional de Costa Rica.
En la función estuvieron presentes destacadas personalidades, como la Primera Dama de Costa Rica, Signe Zeikate, la Primera Dama de Panamá, Maricel Cohen de Mulino, el Embajador de Panamá en Costa Rica, Pacífico Manuel Escalona Ávila, y el Ministro de Cultura de Costa Rica, Jorge Rodríguez, quienes acompañaron a los jóvenes en este evento cultural.
Signe Zeikate destacó que el Ballet Giselle no solo es un espectáculo artístico, sino una oportunidad para estrechar los lazos de amistad entre Costa Rica y Panamá. La función forma parte de los programas impulsados por la Primera Dama para acercar a la niñez y juventud costarricense a la cultura y el arte, promoviendo el intercambio de ideas artísticas y culturales.
La obra fue presentada por la Compañía Nacional de Panamá, con un elenco de 50 bailarines, incluyendo a la Ministra de Cultura de Panamá, Maruja Herrera, quien se desempeña como una de las bailarinas principales. En su intervención, Viviana Clare, Directora del Ballet Nacional de Costa Rica, comentó que la institución siempre ha sido un pilar importante para promover el acceso al arte, especialmente para los niños y niñas de zonas en riesgo social. Además, la función fue una oportunidad para que los asistentes pudieran conocer y disfrutar de la joya arquitectónica costarricense que es el Teatro Melico Salazar.
Los 600 jóvenes que participaron provienen de diversos centros educativos y organizaciones, como Cantar de la Carreta – Escuela de Arte y Formación, Liceo Santo Domingo, Liceo de Aserrí, CTP José María Zeledón Brenes, Conservatorio de Castella, Programa de Becas Cattleya, Royal Dance by Carmenes, Asociación Obras del Espíritu Santo, Danilova Ballet School, y escuela de Danza de la UNA, entre otros.
Este evento, que se repitió el domingo 9 de marzo, fue una valiosa oportunidad para acercar la magia del ballet a la juventud costarricense y reforzar el intercambio cultural entre los dos países hermanos.