El inicio de un nuevo año es el momento perfecto para mejorar nuestros hábitos alimenticios, y la proteína animal juega un papel clave en mantener una dieta saludable y balanceada. Esta fuente de proteína es rica en aminoácidos esenciales y otros nutrientes como fibra, zinc, potasio, fósforo, hierro y vitamina B12, que son cruciales para el sistema inmunológico, la reparación muscular y la producción de energía.
Según Katherine Garro, especialista en nutrición de CoopeMontecillos, una persona promedio debe consumir 0,8 gramos de proteína por kilogramo de peso corporal. Esto se traduce, por ejemplo, en 48 gramos de proteína diarios para alguien que pesa 60 kg. Aunque la carne es una excelente fuente de proteína, no es la única opción; otros alimentos como el queso, huevo, legumbres, tofu, y leche también contribuyen a cubrir las necesidades diarias.
Para quienes practican deportes, las necesidades de proteína aumentan. Se recomienda un consumo de entre 1,8 a 3 gramos por kilogramo de peso, dependiendo del nivel de actividad. Este aumento favorece el desarrollo muscular y el rendimiento. Es importante consumir proteínas después del ejercicio, ya que contribuyen a la recuperación muscular y reponen las reservas energéticas.

Además, Garro ofrece algunos consejos prácticos para optimizar el consumo de proteínas: combinar fuentes de proteína con carbohidratos para una mejor absorción, incluir una fuente de proteína en cada comida, y variar los tipos de carnes para obtener una mayor variedad de nutrientes. También es útil acompañar las carnes con vegetales y cítricos, lo que mejora la absorción del hierro.