Un grupo de 70 voluntarios acudieron el sábado 7 de septiembre a playa Guacalillo para realizar una jornada de limpieza que permitió retirar más de 440 kilos de residuos, en un área de 500 metros.
Esta actividad suma esfuerzos en el marco del Día Mundial de las Playas, para la recuperación ecosistémica costera de Guacalillo, Bajamar y del manglar de Guacalillo; ubicados dentro del Corredor Biológico Paso de las Lapas, en el distrito de Tárcoles, Puntarenas.
Todo el material recolectado será separado y llevado hasta un centro de procesamiento en el sector de Tárcoles para su adecuada gestión.
Esta iniciativa es liderada por Ferretería EPA en alianza con Green Wolf Costa Rica, una organización no gubernamental que tiene como objetivo conservar el medio ambiente e impactar a la sociedad de manera integral.
“Desde Green Wolf hemos procurado crear las sinergias necesarias con entes público-privados para el crecimiento de esta zona costera, la cual hereda una afectación generada desde el GAM. Cada una de estas campañas permiten brindar un respiro a los ecosistemas, a trabajar la restauración de estos y a diversificar las oportunidades en la generación de ingresos para los pobladores”, dijo Ellian Villalobos, director ejecutivo de Green Wolf.
Además de la jornada de limpieza, Green Wolf se encargará de brindar charlas, talleres y capacitaciones ambientales en las comunidades aledañas para promover la importancia de cuidar el ambiente.
Contaminación. La Organización de las Naciones Unidas advierte que para el 2050 habrá más plástico que peces en el mar.
Incluso, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) estima que Costa Rica desecha cerca de 550 toneladas de plástico y que el 80% llega a los mares.
El Río Grande de Tárcoles, de hecho, es considerado el más contaminado de Centroamérica, ya que acumula todos los residuos de casi la mitad de los costarricenses. Una de sus desembocaduras es en playa Guacalillo, convirtiéndose en la más afectada por la acumulación de desechos.
“Es muy importante liderar acciones y unir esfuerzos para la lucha contra la contaminación de los ríos y mares, principalmente en las áreas más afectadas. Para EPA, uno de sus compromisos es preservar el hábitat a través de la educación ambiental, por eso, realizamos esfuerzos para que nuestros voluntarios colaboren en la limpieza de la playa y la siembra de 100 árboles autóctonos”, comentó Andrea Aguilar, jefe de Iniciativa Comunitaria de Ferretería EPA.
Gracias al trabajo voluntario, se sembraron especies de árboles importantes para la recuperación de la zona, como manzana de agua, almendro de playa, lorito y el papaturro Tucuico; lo que a su vez se traduce en beneficios para las especies de animales que habitan en este corredor.
Impacto positivo. La zona que rodea el manglar de Guacalillo, es un ecosistema con adaptaciones forestales que permiten retener sedimentos, proteger la zona de desastres naturales y dar refugio a especies marinas, migratorias y amenazadas para su reproducción y crianza, como es el caso del tiburón amarillo y la lapa roja.
Es por este motivo que llevar a cabo jornadas de limpieza de playas es importante para cuidar estos ecosistemas, así como campañas de concientización para disminuir la contaminación que arrastra el río Grande de Tárcoles por residuos sólidos desde Occidente, Heredia y San José.