La octava gala de Mira quién baila inició con un mensaje para los jueces españoles; la producción y el público mostraron su solidaridad con la provincia de Valencia, España, que sufrió hace algunos días grandes inundaciones. Como de costumbre, los participantes realizaron grandes presentaciones; el sabor latino y clásico no faltó en el escenario.
Con la canción «Abusadora», Janeth García y Michael Rubí interpretaron un merengue enérgico y lleno de sabor. Ellos transmitieron la alegría y fuerza de este ritmo tropical. “Me encanta, me impresiona; no es fácil estar nominados durante dos semanas, me gustó mucho la coreografía, desarrollaron una coreografía difícil, muy bien juntos, muy bien el solo de Janeth”, expresó el juez Mauricio. “Sos una abusadora total; hubo frescura, rapidez; me gusta mucho su participación, va creciendo cada gala, se lo va disfrutando, muy bien menea; ha sido una coreografía exigente para ambos, aprobados”, comentó Toni Costa.
Del ring de boxeo a la pista, Nahomy Valle y Erick Vázquez desplegaron elegancia y sutileza en la pista con un romántico foxtrot al ritmo de «Baby I Love Your Way». “Qué orgullo el viernes pasado y qué hermosa coreografía; la vi liviana, la vi suave, pero la vi precisa, siempre hace las líneas más definidas”, opinó Isabell Guzmán. “Después del combate del viernes, yo voy a decirle solo cosas buenas; le quedan bien los guantes de boxeo, pero le quedan muy bien los brillantes; se ve muy guapa; hoy ha trabajado muy bien sus piernas y sus pies; hoy estuvo bien su espalda, el cuello; todavía va un poco acelerada, hay que cuidar eso”, fue el comentario de Isaac Rovira.
Con «Mi Corazoncito», Lisbeth Valverde y Javier Acuña trajeron la bachata a la pista, apostando a cautivar con la sensualidad y la intensidad de este género. “Es muy pronto para dar el premio, a nivel interpretativo nos ofrecieron una coreografía con mucha fuerza, pero con mucha sensualidad; no ha llegado al techo en esta competencia; ustedes lo han defendido estupendamente. Se nota que tiene hambre de triunfo; a veces la potencia se sale de control y eso desestabiliza, pero también hace que se mueva muy bien; el movimiento estuvo muy bien, no hay quien le pare”, fueron los comentarios de los jueces.
Luis Montalbert y Lucía Jiménez interpretaron «El Invisible» con un toque nostálgico y una precisión emotiva propia del bolero criollo. Este dúo buscó cautivar con un estilo melancólico y expresivo, transmitiendo el profundo sentimiento que caracteriza a esta versión del bolero. “Siempre fue un deleite la puesta en escena; me encantó esa parte criolla que hicieron; creo que a partir de hoy, cero piedad, más dificultad, pero muy bien”, acotó Isabel. “Hoy he visto al Luis de verdad; soy fan de su música; sigue con su carisma, sigue sacando las coreografías muy bien, los pasos como tenían que ser, pisando el suelo; me falta más intensidad, arríesguese”, dijo Isaac.
Lynda Díaz y César Abarca trajeron energía y dinamismo con un jive al ritmo contagioso de Meghan Trainor. Sus rápidos rebotes y pasos marcados prometieron elevar la energía en el escenario, ofreciendo una interpretación vivaz y llena de alegría que hizo que el público quisiera moverse. “El jive es un baile animado, de ritmo rápido, nos ofrece un ritmo muy alegre, contagiante; ustedes lo sintetizaron muy bien, tiene una narrativa muy bien armada, muy bien la transición que hizo; una historia muy dulce, la disfruté muchísimo”, expresó Toni Costa. “Poco a poco ha ido creciendo, en mi opinión no es arriesgado, me gustó mucho cómo manejó las faltas, está más rápida; cuando baila sola, se ve muy bien”.
Libni Ortiz y Yenier Jiménez llegaron con fuerza y pasión, presentando el flamenco al compás de «Bamboleo». Esta pareja desplegó una interpretación intensa y rítmica. Isaac Rovira opinó: “Ha bailado con una combinación de pasos interesantes, tenía buen movimiento en el cuerpo, pero la parte final no me ha hecho clic del todo, me da un poco de rabia; técnicamente ha bailado bien; el uso de los pies y las manos ha estado muy bien. Usted está en un nivel donde tenemos que exigir un montón; la coreografía se volvió un poco plana, pero la ejecutaron muy bien; tiene que ponerle ojo a la mirada cuando hace giros”, fue la crítica de Isabel.
Diego Bravo y Yessenia Reyes llevaron el sabor a la pista con una salsa enérgica al ritmo de «Achilipú». “Me pareció estupendo que trajera una salsa diferente; esa parte me gustó mucho; no entiendo por qué están acelerados; tienen que sentir el baile, que el ritmo les entre por el cuerpo; me gustó; tiene que corregir el giro que hace con la cabeza. Qué sabor, Diego; me gustaron mucho los momentos grupales, pero lo vi un poquito tenso facialmente; usted es muy expresivo y lo noté tenso, quizá por la dificultad de la coreografía; no lo sentí como el personaje, hay que mantenerlo de principio a fin”.
Berny Madrigal y Alhanna Morales sorprendieron con un tango que combina lo clásico y lo electrónico. “Ha traído una propuesta de tango bastante distinta; no ha estado nada mal, ha sido muy bueno y rápido; eso le da esa potencia que hay entre los dos, me ha gustado, pero le faltaba ese extra de flexibilidad. Estamos en este punto donde hay que pulir más los detalles; tiene buenos rangos de avance, va por buen camino, pero no puede fallar”, fueron las opiniones de los jueces.
Mauricio Astorga, como invitado de la noche, bailó junto a Alhanna Morales e interpretaron el merengue «Después de la Playa». Su presentación estuvo llena de energía y buena actitud. “Personaje de bailarín chuchequero”, expresó Mauricio luego de su presentación. “Me gustó el personaje, como dijo Pablo Picasso, muy bien pintado”, dijo el juez Toni Costa imitando al juez Astorga.
Explorando el estilo contemporáneo, Lisbeth y Javier interpretaron «Sueños Rotos» en una presentación cargada de emoción y sensibilidad. “Lisbeth, me encanta el riesgo que le pone a las cosas; disfruto mucho la amplitud de sus movimientos, me encanta cuando hace los brazos arriba, altos; siento más control en sus piernas; los pasos hacia adelante los maneja bien, pero los otros se le complican más; cuando baila una coreografía que ha nacido de un sentimiento, sale esto, esto es lo que Javi ha sacado de usted con ese sentimiento; ha sido súper bonito, me ha gustado muchísimo, ha sido una gran profesional, me gusta mucho cómo usa su cuerpo, me gusta la flexibilidad que tiene ahora”, opinaron ambos jurados.
Luis Montalbert y Lucía llevaron la intensidad del tango a la pista con una versión moderna de «Sweet Dreams». “Una coreografía con mucha fuerza; los personajes muy bien delineados; entendimos lo que los personajes decían, la historia está bien contada, hay un dominante y un dominador”, dijo Mauricio “Está muy bien hecho; cuando vi el baile, les perdoné la introducción tan larga; había una variedad entre argentino y europeo, una de cal y una de arena, pero en resumen me gustó mucho”, comentó Toni.
Libni Ortiz y Yenier presentaron un cha-cha seductor al ritmo de «Sway», con movimientos precisos y llenos de coqueteo. “Cómo criticar al tercer lugar del mundo; Libni, tiene el don de tener el principio de sentimiento de facilidad, hace ver que todo fluye, que todo es fácil, pero detrás de eso hay mucho trabajo, hay técnica; eso es rico, cuando tanto trabajo hace ver que todo es fácil”, acotó Mauricio. “Tengo mucho que decirle; con este baile me hizo despertar y ver que es mortal; vi que le costó; le monté esta coreografía con el fin de ver cuánto arriesga; el chachachá es un baile detallista; para mí, se lleva un 800”, fue el comentario de Toni.
Janeth García y Michael dieron un espectáculo vibrante y lleno de energía con el icónico tema «Todos Me Miran» de Gloria Trevi. Usted se manda y se avienta sin miedo alguno; me encanta que cada domingo arriesgue. Ese trabajo en pareja es excelente; tiene una pareja increíble, pero cuando está sola le falta un poco de claridad. Espero seguir viendo a esta Janeth que se muestra con tanta entrega. Me gustan mucho ambas coreografías; en las dos me demuestra que es capaz de mover el cuerpo con soltura. Me gusta mucho cómo usa las manos y los brazos; cuando hace línea, recuerde estirar las piernas. Ha estado muy bien.
Nahomy Valle y Erick mostraron su versatilidad con una coreografía explosiva al ritmo de «Dura». Esta pareja llevará la energía del reggaetón a la pista, con movimientos urbanos y vibrantes. Es una mujer maravillosa de pies a cabeza; me gustó su fuerza, estuvo genial. Toda Costa Rica la vio y la apoyó; ahora nos emocionó en la pista. Me gustó la analogía entre el boxeo y las vicisitudes del amor, me gustaron los personajes; muy bien contado.
Sin duda, el público apoyó a las dos participantes en zona de nominación. Durante las dos semanas, se recibieron un total de un millón trescientas mil votaciones. La eliminada de la noche fue Janeth, quien obtuvo el 43.36% de los votos, mientras que Nahomy logró el 56.64%. El comedor «Hijos de Dios» recibirá una ayuda de $3,000.
Lynda Díaz y César presentaron un tema romántico en una interpretación contemporánea llena de técnica y sentimiento, buscando conmover a la audiencia con una coreografía delicada y emotiva. “Me gusta mucho porque tiene la capacidad de verse bien siempre; es algo positivo, pero debería explotarlo aún más. Es una coreografía linda, aunque la veo fácil, y creo que puede hacer cosas más complejas. Arriesgarse a equivocarse,” fue la crítica de Isaac. “Me encantó muchísimo cómo se lanzaba al aire, a su compañero, al piso. Aun así, hay ciertos aspectos cualitativos; sigue en una zona segura, pero ojalá podamos verla arriesgar más.”
Berny Madrigal y Alhanna Morales, interpretaron el swing criollo con el popular tema «El Cacharrito». “Me impresiona cómo, después de que Alhanna bailó conmigo, subió el nivel,” comentó Mauricio Astorga. “Me encantó el personaje, un tipo de barrio relajado y divertido. También destacó el trabajo de la producción. Tener a una gran bailarina a su lado permite comparaciones; me faltó un poco de rebote, pero igual lo llevó muy bien. Me gustaría que mejorara en el cuello, la postura en la parte superior; sin embargo, el baile estuvo bien.”
Diego Bravo y Yessenia cerraron la ronda con un rock and roll clásico, lleno de giros y energía al ritmo de «La Plaga». Su objetivo fue dejar a la audiencia llena de energía y nostalgia con este género icónico. “Me gustó mucho; fue muy divertida. Bailar encima de esas gradas fue interesante. Bailaron un rock and roll muy bonito, con amortiguación adecuada y las rodillas doblando ligeramente; las patadas fueron muy bien ejecutadas. Fue un deleite verlos, nos entretuvo mucho su propuesta. Supe que les exigí bastante; hoy los brazos estuvieron en todas partes, pero lo hicieron increíble. Fue una coreografía completa, todo en su lugar. Esperamos más para la semana que viene,” comentaron los jueces.
Por segunda vez, el Team Wow de la noche fue Lisbeth Valverde y Javier Acuña, quienes se llevaron un premio de $1,000 por sus presentaciones. “Fueron muy consistentes, asumieron riesgos y demostraron una gran química a pesar de las dificultades,” explicó la jueza.
La próxima semana, una nueva pareja será eliminada. Desde ya, las líneas de apoyo están abiertas por WhatsApp al 6070-0777 o en Teletica.com, para que el público pueda votar y salvar a Lynda Díaz o Bernny Madrigal, nominados en esta octava gala.