A comienzos de año, muchas personas se proponen metas que rara vez logran cumplir. La razón de esto podría estar en que, aunque nos enfocamos en el resultado final, descuidamos el sistema que nos permitirá llegar a ese objetivo. El libro Hábitos Atómicos de James Clear propone una alternativa: en lugar de centrarse únicamente en las metas, el enfoque debe estar en crear un sistema efectivo de pequeños hábitos, esos que, aunque imperceptibles al principio, suman grandes cambios a largo plazo.
Según Clear, los hábitos atómicos son pequeños hábitos que, al formar parte de un sistema mayor, producen resultados significativos. Este enfoque no se trata solo de hacer algo, sino de convertirse en alguien diferente, de hacer cambios en nuestra identidad a través de la repetición de ciertos comportamientos.
Para establecer buenos hábitos, Clear propone cuatro leyes clave: hacerlo obvio, atractivo, fácil y satisfactorio. En cambio, para romper con los malos hábitos, hay que invertir estas reglas, haciendo que los hábitos perjudiciales sean invisibles, poco atractivos, difíciles de ejecutar y carentes de recompensa.
Además, expertos como Elizabeth Morales, Subgerente de Coopecaja, destacan que aplicar estos principios no solo funciona para el ámbito personal, sino también para la organización de las finanzas. Herramientas como ahorros programados, créditos personales y capacitación en educación financiera pueden ayudar a las personas a tomar decisiones que les permitan alcanzar sus metas de forma sostenible.
Este comienzo de año es la oportunidad perfecta para tomar un pequeño paso hacia el cambio que deseas. ¿Qué hábito atómico podrías comenzar hoy mismo?