La participación de mujeres en puestos de liderazgo dentro de la industria de la construcción ha sido históricamente limitada, pero en Costa Rica, los esfuerzos por impulsar la equidad de género están comenzando a dar frutos. A través de estrategias inclusivas y programas enfocados en el desarrollo de habilidades técnicas y de liderazgo, las mujeres están ganando terreno en un sector tradicionalmente dominado por hombres. Aunque la brecha sigue siendo amplia, las iniciativas para promover la igualdad están mostrando resultados positivos.
Según el Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos (CFIA), las mujeres representan el 23,82% de los ingenieros en el país. Sin embargo, en empresas como Holcim Costa Rica, la representación femenina ha alcanzado cifras notables, con un 63% de los puestos de liderazgo ocupados por mujeres. Esto demuestra que la diversidad no solo mejora la competitividad, sino que también fortalece la toma de decisiones dentro de las organizaciones.
Para lograr estos avances, Holcim ha implementado programas de mentoría y desarrollo profesional que permiten a las mujeres acceder a roles estratégicos. Además, iniciativas que favorecen la conciliación de la vida laboral y personal han sido clave para retener el talento femenino y promover un ambiente inclusivo. Natalia Soler, CEO de Holcim Costa Rica, es un claro ejemplo de liderazgo femenino en la industria, destacando que la equidad de género no solo transforma la estructura organizativa, sino que también fomenta una cultura de colaboración que es esencial para el crecimiento sostenible del sector.
La participación femenina en la construcción también se extiende a roles operativos, como el manejo de maquinaria pesada, lo que demuestra que las mujeres están desafiando mitos sobre sus capacidades en el campo. Además, diversas iniciativas como la Red de Mujeres en Ciencias, Ingenierías y Humanidades de la UCR y la Comisión Paritaria de Género del CFIA están contribuyendo a reducir la brecha de género, apoyadas por empresas, gremios y el gobierno.
En resumen, los avances hacia una mayor equidad en la construcción en Costa Rica son claros, pero aún queda trabajo por hacer. La colaboración entre el sector público, privado y académico será clave para continuar promoviendo una mayor participación femenina en todos los niveles del sector y construir un futuro más inclusivo y competitivo.