Con el avance de la tecnología y la creciente exposición de los niños a entornos digitales, la seguridad en internet se ha convertido en una prioridad para las familias. Según una investigación realizada por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el ciberacoso afecta a un porcentaje significativo de esta población en el país, alrededor del 40% de los adolescentes costarricenses habían experimentado algún tipo de acoso en línea.
Las amenazas tecnológicas son cada vez más sofisticadas y difíciles de detectar. Por ello, la Universidad CENFOTEC presenta algunas de las principales medidas que las familias pueden adoptar para garantizar la seguridad de los menores en la virtualidad.
Uno de los riesgos más comunes es la suplantación de identidad, es decir, que el atacante asuma una identidad falsa para ganarse la confianza del menor y atacarle de diferentes maneras: acoso, rapto, abuso sexual, entre otras. También, se les pueden atacar mediante phishing para obtener cuentas de compras para video juegos y otros y perpetrar robos y estafas. En este caso, lo mejor es la supervisión constante de los padres para verificar las amistades de sus hijos, a qué páginas están ingresando, ganar su confianza para que compartan sus experiencias con ellos, informarles de los riesgos que corren en internet y recurrir a medios tecnológicos, como el software de control parental para limitar sitios riesgosos y aplicaciones no apropiadas.
“El control parental va a ser un arma importante en todos los puntos de apoyo para los menores de edad. Enseñarles a los niños que, si hay algo en Internet que parece demasiado bueno, siempre hay que dudar plenamente y verificar al máximo la autenticidad del sitio que ofrece el bien. Advertir que nunca se debe ingresar a vínculos desconocidos o ingresar información personal en sitios de dudosa procedencia. Desconfiar en Internet siempre es una buena medida. Antes les decíamos: no acepte confites de extraños, lo mismo se tiene que aplicar en Internet”, expresó Miguel Pérez, experto de ciberseguridad de la Universidad CENFOTEC.
Existen diversas opciones de software para control parental que varían según el sistema operativo. Entre las más destacadas se encuentran: Qustodio, Norton Family, Kaspersky Safe Kids, Net Nanny y Google Family Link. Estas herramientas permiten a los padres gestionar de forma efectiva el tiempo que sus hijos pasan en internet, establecer filtros de contenido y vigilar sus actividades sin invadir su privacidad.
Los videojuegos en línea presentan riesgos adicionales, como el ciberacoso y el phishing, ya que muchos permiten la interacción social mediante chats. Es importante que los padres supervisen el contenido, las interacciones y las transacciones realizadas en estos juegos, además de vigilar el uso de la geolocalización que podría comprometer la seguridad del hogar.
La Inteligencia artificial (IA) se ha convertido en un aliado importante en la protección infantil en línea, así detectando extraños patrones de comportamiento y reforzando la seguridad en plataformas digitales. Sin embargo, también conlleva riesgos si no se usa adecuadamente. Los padres deben educar a sus hijos para que utilicen la IA de forma responsable y siempre verifiquen la información que encuentran en internet.
“La exposición en redes sociales es un riesgo latente para la privacidad de los menores. Los padres deben educar a sus hijos sobre los peligros de compartir información personal y la importancia de mantenerla privada. Limitar las publicaciones y restringir el acceso solo a contactos de confianza son medidas fundamentales para proteger la privacidad en línea. Además, es vital recordar que las acciones de los menores en internet pueden tener implicaciones legales, por lo que deben ser conscientes de los derechos de imagen y privacidad de los demás”, agregó Pérez.
Cambios emocionales y de comportamiento, aislamiento social o bajo rendimiento académico son señales que los padres deben identificar para detectar posibles casos de ciberacoso o grooming. Ante cualquier sospecha, es importante intervenir a tiempo, ofrecer apoyo emocional y, si es necesario, buscar ayuda profesional.
“La educación es la herramienta más poderosa para prevenir riesgos en internet. Enseñar a los menores a desconfiar de lo que parece demasiado bueno, verificar fuentes y nunca proporcionar información personal en sitios desconocidos son hábitos que deben inculcarse desde temprana edad”, finalizó Pérez.