Savia Studio subraya la relevancia de que las empresas familiares definan con claridad los roles de sus integrantes, establezcan una separación entre lo familiar y lo empresarial, y aprovechen los valores que fortalecen a la familia como parte de la cultura de la empresa.
Las empresas familiares constituyen una pieza clave en la economía costarricense, pero también enfrentan desafíos singulares que pueden afectar su continuidad. Uno de los más frecuentes es la falta de claridad en los roles, que genera tensiones y dificulta el crecimiento.
Dentro de los pasos prácticos para lograr un equilibrio entre el negocio y la familia se encuentran los siguientes:
1. Definir los roles con precisión: Cada miembro debe conocer sus responsabilidades. Diferenciar el rol de propietario, el de gestor del negocio y el de miembro de la familia permite evitar conflictos y asegura una gestión eficiente.
2. Separar la familia de la empresa: Los asuntos familiares no deben mezclarse con las decisiones estratégicas. Herramientas como protocolos familiares, consejos de administración y espacios formales de diálogo permiten mantener la armonía y proteger el futuro de la empresa.
3. Convertir los valores familiares en activos empresariales: La confianza, la solidaridad y el respeto son principios que, al trasladarse a la gestión de la empresa, fortalecen la cultura organizacional y refuerzan la identidad de marca frente a clientes y colaboradores.
Según indica Felly Salas, Directora Fundadora de SAVIA Studio,
“cuando las empresas familiares logran distinguir los espacios de familia y negocio, pero al mismo tiempo trasladan sus valores a la organización, encuentran la fórmula para crecer de manera sostenible y trascender hacia nuevas generaciones.”
Con este enfoque, Savia Studio acompaña a las empresas familiares en procesos de transformación, diseñando metodologías de gobernanza que promueven continuidad, cohesión y un liderazgo fortalecido.